4 de septiembre de 1969. Día imborrable del colectivo chilango. No, este día no nació el Chicharito, tampoco fue el último campeonato del Cruz Azul...aunque seguro sí hubo muchos nacimientos ese día. Uno de esos nacimientos es el que nos atañe: ¡EL DEL STCM! El metro nació este día...podrían decirme que nació desde que fue proyectado, pero yo contraatacaría diciendo que nadie celebra el día del embarazo de su respectiva madre ¿o sí?
Este medio de transporte comenzó con un trayecto largo: 16 estaciones, entre Zaragoza y Chapultepec, para agregarse 4 en 1970 dos estaciones más: Juanacatlán y Tacubaya y concluirse dos años después en dirección poniente con metro Observatorio. Por último, en 1984 se añadió la estación Pantitlán de la línea 1, concluyéndose como la conocemos.
27 de abril de 2013 ¿La fortuna? Xanat estaba en la ciudad, por lo que convencerla de acompaarme para L1 no fue complicado; lo complicado fue empezar a caminar. Así, el monstruo llamado "CETRAM Pantitlán (que bonito, eso rima...) se nos aparecó por vez primera, grande en tamaño, con un aspecto que, hasta este día había pasado por alto: los olores. Y es que jamás he descrito con anterioridad olores de la Ciudad; sin embargo, son una parte tan esencial que justo por eso no había considerado. La hora de inicio fue las 9h45, y el día, un sábado.
Después de un leve desconcierto causado por el desconocimiento de este CETRAM que seguro ve cambiar de transporte, o al menos de línea del metro, a miles de personas hallamos la salida hacia Río Churubusco y luego Zaragoza. para que aparecieran las primeras estaciones, en rápida sucesión, todas sobre la misma avenida: Zaragoza y su efigie del general que derrotó con su plan atrevido al mejor Ejército del momento en 1862 y cuyo principal logro fue neutralizar al regimiento de cazadores de África; Gómez Farías con la carta magna de la que NO fue constituyente: la de 1857. Él fue diputado en la de 1824. Y después, caminamos. Y caminamos, y caminamos, y casi que llegamos a metro Balbuena; nos quedamos como a 3 calles...y nos dimos cuenta que algo andaba mal. Faltaba una estación. Extraño, porque los metros tienen señalizaciones; oficialmente, solo no está señalizada la entrada del metro Zócalo en la calle...y volvimos sobre nuestros pasos, a volver a pasar frente a la fábrica de Hielos Fiesta, y una esquina .Preguntar, caminar. Y volver a preguntar y volver a caminar. Todo fue una continua iteración, con todo el mundo usando un seven como referencia...y "atrás del seven" no es muy adecuado. Hasta que, con fanfarrias de fondo, apareció Boulevard Puerto Aéreo. La única estación de las 195 que se ha escondido; con todo y la vuelta, ya eran las 11h02.
Metro Balbuena es llamado así por un Obispo de ese apellido, que murió de tristeza porque los filibusteros, o los corsarios, o...piratas, no sé, quemaron su biblioteca. Posteriormente, Moctezuma, con el penacho que es propiedad de alguna casa austriaca, para acabar el recorrido de Zaragoza con el metro San Lázaro, que está en la TAPO, una de las mayores centrales camioneras del DF, y por tanto, del país; la locomotora de vapor es porque antiguamente aquí se localizaba la terminal del ferrocarril interocéanico. En el ínterin, una calle con un nombre que siempre me parecerá poético: Catorce. Y es que Catorce es el lugar que recorrí, también caminando, en un fin de semana libre cuando estuve trabajando en Charcas...
En esta zona, no muy lejos se halla un edificio más de los creados y proyectados por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez: el H. Congreso de la Unión, que ya había sido fotografiado cuando recorrí con compañía también, la L4. Y es que Candelaria es un lugar constrastante: de un lado, el edificio; del otro, unidades y una iglesia que promete castigar a quien se ensucie ahi (lo que sea que eso signifique). Después, la mayor sorpresa de todo el recorrido y no solo hablo de L1, sino de todo el STCM. Mas aún que los indigentes y que las zonas bonitas, y que muchas cosas...para cuando dejamos atrás el metro Candelaria, ya eran las 12h19.
¡LUCHAS EN LA CALLE! ¿Cuál es la probabilidad de caminar y en una calle por la que pasa el metro, encontrar un ring con luchadores? Ciertamente, no muy grande. Y sin embargo, hoy sé que hubiera podido apostar lo que fuera (menos mi cabello; una semana antes perdí una apuesta y con ello, mi cabello) a que esto pasaría. Bendito día del niño...y así, frente a una dulcería se volvía realidad un anhelo que no sabía que existía: luchas callejeras. Pero esto solo podía pasar en un lugar anacrónico y, por antonomasia, el epítome de los mercados en el primer cuadro: La Merced. En este mercado o, más acertadamente, grupo de mercados, se llevó a cabo la función de lucha con un hombre obeso en mayitas y un rudo insultando al público...
Poco después, el metro Merced, del que no hay fotos debido a un incendio medianamente reciente; después de una leve perdida continuamos por la calle de las bicis, San Pablo y entramos a la iglesia. Bonita, pero nada más. Posteriormente, seguimos por Izazaga hasta llegar a la pirámide de Ehécatl y con ella, al metro Pino Suárez y la Parroquia de San Miguel Arcángel, donde se casó una tía-que-Dios-tenga-en-su-gloria.. Después un leve receso: comer cochinita deliciosa...y platicar. La plática fue una constante y con alguien tan especial, aún más...para entonces ya eran las 13h35.
La siguiente parte del camino fue divertida por la compañía, pero Izazaga es una avenida grande. Y como todas las avenidas grandes no difiere mucho de las demás...pero el olfato nos dice que estamos en el centro. Isabel La Católica con la carabela que la representa se perfiló después de visitar el fastuoso, suntuoso, hermoso, inefable, inenarrable, bello, fantástico, increíble...templo de Regina Coelli. Después sobre dicha avenida, Salto del Agua con el mercado de San Juan y su fuente; Balderas y la Ciudadela y el cañón; Cuauhtémoc, que significa "águila que cae" pero que no va cayendo. Solo está, con el mercado que recuerda cuando acompañaba a mi padre a su trabajo para a las 15h10 llegar a metro Insurgentes, con todo y la fauna que rodea a este metro icónico...
Y debido a compromisos familiares, la siguiente parte fue muy rápida: metro Sevilla y el acueducto que le da figura; metro Chapultepec y el chapulín que le da nombre; después la calzada juventud heróica, con todo lo que representa el bosque para los capitalinos es decir, un lugar inmenso de recreo, de convivencia familiar, de compras inmediatas, de zoológico, lago, chicharrones, de ir a platicar con mmaelvs, de admirar el castillo de Chapultepec, antigua residencia presidencial y más antiguo Colegio Militar; de hecho, esta sede fue la que ganó la "H." para el Colegio Militar. Y de este hecho también está el Altar a la Patria, obra de Tamariz, que conmemora la batalla donde murieron algunos de los cadetes del entonces Colegio Militar, en la invasión norteamericana de 1847. Y no, no me gusta la historia de México, por si estaban pensándolo...
Después, pasar por una zona tan rica que me sentía incómodo, y entrar de pleno en San Miguel Chapultepec, donde está el metro Juanacatlán, para seguir caminando y ver casas bonitas hasta llegar al metro Tacubaya. Después, para finalizar el recorrido, correr enmedio de la nada residencial zona de Observatorio, pero no por ello menos interesante, con sus láminas de cartón y sus empinadas cuestas para llegar por fin a las 16h41 a Observatorio y continuar disfrutando la compañía...
27 de abril de 2013 ¿La fortuna? Xanat estaba en la ciudad, por lo que convencerla de acompaarme para L1 no fue complicado; lo complicado fue empezar a caminar. Así, el monstruo llamado "CETRAM Pantitlán (que bonito, eso rima...) se nos aparecó por vez primera, grande en tamaño, con un aspecto que, hasta este día había pasado por alto: los olores. Y es que jamás he descrito con anterioridad olores de la Ciudad; sin embargo, son una parte tan esencial que justo por eso no había considerado. La hora de inicio fue las 9h45, y el día, un sábado.
Después de un leve desconcierto causado por el desconocimiento de este CETRAM que seguro ve cambiar de transporte, o al menos de línea del metro, a miles de personas hallamos la salida hacia Río Churubusco y luego Zaragoza. para que aparecieran las primeras estaciones, en rápida sucesión, todas sobre la misma avenida: Zaragoza y su efigie del general que derrotó con su plan atrevido al mejor Ejército del momento en 1862 y cuyo principal logro fue neutralizar al regimiento de cazadores de África; Gómez Farías con la carta magna de la que NO fue constituyente: la de 1857. Él fue diputado en la de 1824. Y después, caminamos. Y caminamos, y caminamos, y casi que llegamos a metro Balbuena; nos quedamos como a 3 calles...y nos dimos cuenta que algo andaba mal. Faltaba una estación. Extraño, porque los metros tienen señalizaciones; oficialmente, solo no está señalizada la entrada del metro Zócalo en la calle...y volvimos sobre nuestros pasos, a volver a pasar frente a la fábrica de Hielos Fiesta, y una esquina .Preguntar, caminar. Y volver a preguntar y volver a caminar. Todo fue una continua iteración, con todo el mundo usando un seven como referencia...y "atrás del seven" no es muy adecuado. Hasta que, con fanfarrias de fondo, apareció Boulevard Puerto Aéreo. La única estación de las 195 que se ha escondido; con todo y la vuelta, ya eran las 11h02.
Metro Balbuena es llamado así por un Obispo de ese apellido, que murió de tristeza porque los filibusteros, o los corsarios, o...piratas, no sé, quemaron su biblioteca. Posteriormente, Moctezuma, con el penacho que es propiedad de alguna casa austriaca, para acabar el recorrido de Zaragoza con el metro San Lázaro, que está en la TAPO, una de las mayores centrales camioneras del DF, y por tanto, del país; la locomotora de vapor es porque antiguamente aquí se localizaba la terminal del ferrocarril interocéanico. En el ínterin, una calle con un nombre que siempre me parecerá poético: Catorce. Y es que Catorce es el lugar que recorrí, también caminando, en un fin de semana libre cuando estuve trabajando en Charcas...
En esta zona, no muy lejos se halla un edificio más de los creados y proyectados por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez: el H. Congreso de la Unión, que ya había sido fotografiado cuando recorrí con compañía también, la L4. Y es que Candelaria es un lugar constrastante: de un lado, el edificio; del otro, unidades y una iglesia que promete castigar a quien se ensucie ahi (lo que sea que eso signifique). Después, la mayor sorpresa de todo el recorrido y no solo hablo de L1, sino de todo el STCM. Mas aún que los indigentes y que las zonas bonitas, y que muchas cosas...para cuando dejamos atrás el metro Candelaria, ya eran las 12h19.
¡LUCHAS EN LA CALLE! ¿Cuál es la probabilidad de caminar y en una calle por la que pasa el metro, encontrar un ring con luchadores? Ciertamente, no muy grande. Y sin embargo, hoy sé que hubiera podido apostar lo que fuera (menos mi cabello; una semana antes perdí una apuesta y con ello, mi cabello) a que esto pasaría. Bendito día del niño...y así, frente a una dulcería se volvía realidad un anhelo que no sabía que existía: luchas callejeras. Pero esto solo podía pasar en un lugar anacrónico y, por antonomasia, el epítome de los mercados en el primer cuadro: La Merced. En este mercado o, más acertadamente, grupo de mercados, se llevó a cabo la función de lucha con un hombre obeso en mayitas y un rudo insultando al público...
Poco después, el metro Merced, del que no hay fotos debido a un incendio medianamente reciente; después de una leve perdida continuamos por la calle de las bicis, San Pablo y entramos a la iglesia. Bonita, pero nada más. Posteriormente, seguimos por Izazaga hasta llegar a la pirámide de Ehécatl y con ella, al metro Pino Suárez y la Parroquia de San Miguel Arcángel, donde se casó una tía-que-Dios-tenga-en-su-gloria.. Después un leve receso: comer cochinita deliciosa...y platicar. La plática fue una constante y con alguien tan especial, aún más...para entonces ya eran las 13h35.
La siguiente parte del camino fue divertida por la compañía, pero Izazaga es una avenida grande. Y como todas las avenidas grandes no difiere mucho de las demás...pero el olfato nos dice que estamos en el centro. Isabel La Católica con la carabela que la representa se perfiló después de visitar el fastuoso, suntuoso, hermoso, inefable, inenarrable, bello, fantástico, increíble...templo de Regina Coelli. Después sobre dicha avenida, Salto del Agua con el mercado de San Juan y su fuente; Balderas y la Ciudadela y el cañón; Cuauhtémoc, que significa "águila que cae" pero que no va cayendo. Solo está, con el mercado que recuerda cuando acompañaba a mi padre a su trabajo para a las 15h10 llegar a metro Insurgentes, con todo y la fauna que rodea a este metro icónico...
Y debido a compromisos familiares, la siguiente parte fue muy rápida: metro Sevilla y el acueducto que le da figura; metro Chapultepec y el chapulín que le da nombre; después la calzada juventud heróica, con todo lo que representa el bosque para los capitalinos es decir, un lugar inmenso de recreo, de convivencia familiar, de compras inmediatas, de zoológico, lago, chicharrones, de ir a platicar con mmaelvs, de admirar el castillo de Chapultepec, antigua residencia presidencial y más antiguo Colegio Militar; de hecho, esta sede fue la que ganó la "H." para el Colegio Militar. Y de este hecho también está el Altar a la Patria, obra de Tamariz, que conmemora la batalla donde murieron algunos de los cadetes del entonces Colegio Militar, en la invasión norteamericana de 1847. Y no, no me gusta la historia de México, por si estaban pensándolo...
Después, pasar por una zona tan rica que me sentía incómodo, y entrar de pleno en San Miguel Chapultepec, donde está el metro Juanacatlán, para seguir caminando y ver casas bonitas hasta llegar al metro Tacubaya. Después, para finalizar el recorrido, correr enmedio de la nada residencial zona de Observatorio, pero no por ello menos interesante, con sus láminas de cartón y sus empinadas cuestas para llegar por fin a las 16h41 a Observatorio y continuar disfrutando la compañía...