miércoles, 5 de junio de 2013

Línea 9. Café.

Hoy, meses después de recorrer por primera vez una línea que pasara "entre banderas" (Pantitlán)...y es que, entre banderas, hay que pasar cuatro veces. Para cuatro líneas. El náhuatl nos persigue: siglos después de que ya no están las banderas que delimitaban el paso para Tenochtitlan, siguen pasando a diario millares de personas.  Y no exagero: entre las cuatro estaciones que componen Pantitlán (la de L-1, L-5, L-9 y L-A, aproximadamente pasan por este "paso" 858 mil personas al día, con datos del 2013. Sorprendente; aunque puedo imaginar muchas cosas, no soy capaz de entender realmente cuánta gente significa esto. 

Fondo blanco, barrita parpadeando, ideas esperando ser plasmadas. Todo lo que se necesita para conocerse a uno mismo. Eso, o caminar. Hacer ambas y pensar solo lo llevan a uno a un ejercicio que, aunque compartido, no deja de significar una experiencia personal que aunque no implica crecimiento, sí implica un profundo y gran cambio en cada caminante-bloguero (que publicar entradas no me hace escritor).

Al parecer, ver teatro universitario tiene la facultad de, como dice Supersubmarina en "Canción de Guerra": no cansarme de escribir. Eso, y que tengo algo que compartir (aunque todos lo tengamos...). El 6 de abril, sábado, decidí que era una gran idea comenzar con un monstruo que no valía la pena aplazar: "Panti", cuyo paradero es tan temido como la estación Hidalgo en 28...

9h40, andén de L-9. Incertidumbre...más frente a toda la gente con un destino en mente.


Por fin decidir el camino y salir después de un puente largo como tarde de domingo, a Río Churubusco ¿El camino? Demasiado fácil. Como se dice en muchos lados de acá, cuando se piden instrucciones: "no hay pierde". Literal. Porque casi la mitad de L-9 se compone de estaciones elevadas, 5 de 12.

Inaugurada en agosto del 87, antes inclusive que la L-8, su recorrido original era de Pantitlán hasta Centro Médico, aunque un año después, se extendió el recorrido hasta Tacubaya. Y ya.

Un paso mefítico y con larga espera incluida es lo que a uno le espera para atravesar Zaragoza. El semáforo dura, just for the record, 80 segundos. Después, caminar entre coches cual vendedor ambulante, y metro Puebla esperaba a un lado. Sus ángeles hacen alusión a la H. Ciudad de Puebla de Los Ángeles. Al lado contrario, la Ciudad Deportiva, que empieza en metro Puebla y después da nombre a una estación que tiene como símbolo un jugador de pelota...después, metro Velódromo, con su ciclista por obvias razones, y enmedio, una cantidad abrumadora de futbolistas de llano,  con sus tacos, sus balones, sus medias largas y sus panzas inmensas...¿el mayor reto hasta aqui? Pasar Río Churubusco, después de ver muchas jacarandas en flor.





Para entonces eran las 10h27 y salvo el Palacio de los Deportes con su reluciente y patinado domo de Cobre, la ESEF y claro, el Velódromo Olímpico, no había demasiado que ver...para alguien  que busca cosas fastuosas (y la ESEF ni siquiera es fastuosa); en cambio, ver familias que van a ver jugar al padre, amigos previsores que cargan con una caja de cervezas para la rehidratación, novios apurados que llevan flores -lo que me parece denigrante- además de mucha gente con prisa, pese al sábado es algo más bello, pero menos espectacular. Quizá sea cierto que los seres humanos somos más un ente sentimental que uno racional...o quizás simplemente debería dejar de leer a Unamuno (tanto que estoy adquiriendo la manía de monologar sin ser igual de bueno que él)...

Mixhiuca y el lugar donde pasa ese camión que todos los preparatorianos que asistimos al plantel 5 de la UNAM usamos por lo menos una vez, el "Peni" están separados por algunos cuantos puestos de tacos callejeros. La iconografía representa una mujer con el niño recién nacido en la mano, porque significa "Lugar de partos", y unos pasos después, conocería la iglesia, discreta pero bonita con su planta de cruz latina y los anacronismos propios de los lugares de culto católico de hoy día: vírgenes del Carmen y del Perpetuo Socorro en ex-templos jesuítas, cosas así. Posteriormente, el metro Y mercado de Jamaica, al que no entré debido a que mi presupuesto no alcanzaba para alimentarme, y era un poco cruel conmigo mismo ver y no comprar comida. Para entonces, con la mochila al hombro y sudor en la cara, ya eran las 10h57.






Y me estoy dando cuenta que al parecer mi entusiasmo por caminar ha menguado, pero eso es falso. Es simplemente que cuando camino, al parecer no pienso demasiado (y hago bien): solamente que mi vida ha dado demasiadas vueltas. Y eso pensaba hasta antes de llegar a Calzada de Tlalpan, que era muy afortunado por participar en algo que tuviera que ver con mi carrera, que la soldadura de aceros microaleados y la simulación y modelado matemático, con todo lo que eso implica iba a ser sumamente interesante...y entonces se atravesó en el camino un puente intransitable para llegar a La Viga y después, a Calzada de Tlalpan y metro Chabacano, que se llama asi por la cantidad de árboles que daban este fruto, cuando se trataba de terrenos baldíos.


Pasar y llegar a la zona de los negocios de cosas publicitarias /(playeras, pulseras, lonas, etc.) y posteriormente, a que el Eje 3 Sur siguiera y siguiera, guiándome...hasta el metro Lázaro Cárdenas, con el busto de este General de División y ex-presidente cuyo único error fue el reparto agrario, y que está localizado en plena colonia Buenos Aires, la capital defeña de las autopartes.

Y algunos metros después, la zona favorita de una de mis personas favoritas, Winnyta La Condechi. Y para eso, tuve que pasar antes por Centro Médico, y después de pasar por metro Chilpancingo, con avispa y todo, para muy poco después, hallar el metro Patriotismo, con todo y su Metrobús y finalmente, ver a lo lejos Tacubaya. Y terminar la L-9, asumiendo que la decisión de abandonar el museo era acertada. Y lo sigue siendo, de forma, más no de fondo...a las 12h15, y perderse en el anonimato que nos dan las grandes metrópolis.






Y ya solo faltaban, hasta este día, 4 líneas...

2 comentarios:

  1. Hola, he visto tus recorridos. Es impresionante créeme; yo lo más que he caminado es de lindavista a martín carrera. Y me canse enserio.

    En fin que bueno que disfrutes esto, la verdad echarse un rato caminando nunca cae mal.
    Sobre la estación atlalilco la única vez que recorrí su transbordo NO servian las bandas transportadoras. Suerte y llevate un Gatorade por cualquier cosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola. Más que impresionante hacer los recorridos, lo impresionante es que alguien lo lea. Gracias. Y sí, ciertamente, por momentos es cansado, pero es algo muy gratificante.

      Gracias por la suerte(aunque ¡POR FIN! acabé el recorrido) y pues espero que le den ganas de caminar un poco por ahí, y si quiere, contarnos qué ve, y cómo lo ve. Porque todos vemos este lugar distinto...

      Eliminar